sábado, 21 de marzo de 2009

LA ARQUITECTURA DE MIES VAN DER ROHE




Ludwig Mies van Der Rohe

Cuando en 1930 Ludwig Mies van Der Rohe tomó la dirección de la Bauhaus, era ya un reputado arquitecto en Alemania. Como Gropius, había trabajado con Peter Behrens en Berlín. A las enseñanzas del maestro uniría después los principios neoplásticos difundidos por Van Dongen, al que conoció en 1922. Toda su obra se centra en el desarrollo de dos tipologías constructivas, una para la construcción en horizontal, el pabellón, caracterizado por la articulación de espacios abiertos. El otro ideado para la construcción en vertical, el gran rascacielos de cristal.

En 1929 le fue encargado el proyecto del pabellón alemán para la Exposición Universal de Barcelona. Diseñó una construcción totalmente plana, donde la horizontalidad está subrayada por la continuidad espacial de sus salas y de éstas con el exterior, limitado tan sólo por una pared transparente. La construcción está separada de la calle por una pantalla mural que construye un patio con estanque, para adentrarse seguidamente en el interior, contribuyendo a la fluida articulación de espacios que es la característica más notable del edificio. La concepción arquitectónica del pabellón de Barcelona la desarrolló con posterioridad en otras construcciones, entre las más notables la Villa Tugendhat (Brünn. 1930), la casa para la Exposici6n de Berlín (1930) y la Casa Famsworth (1946-51). Todas ellas responden a una misma tipología de construcción horizontal e interior libre de apoyos, cuya forma ideal es un espacio flotante de luz entre grandes cristaleras.

Pero donde verdaderamente destacó Van der Rohe, pasando a la historia como uno de los grandes arquitectos de la arquitectura racionalista funcionalista, fue en la construcción de rascacielos para los que creó un arquetipo que podría definirse de forma escueta como un paralelepípedo de cristal, una estructura metálica envuelta por una superficie acristalada de apariencia continua. Una arquitectura "de piel y huesos", racional y económica, adecuada para satisfacer las necesidades de las grandes urbes sin concesiones a ningún tipo de retórica; máximo rendimiento con mínimos medios (MENOS ES MÁS), será la consigna dictada por Mies van der Rohe.

En realidad sus rascacielos no son sino el apilamiento vertical del prototipo ideal de pabellón. El desarrollo en altura de espacios libres acotados por cristaleras, dará origen a estrechas y altas cajas de muros-cortina, simples membranas transparentes sobre un entramado de acero. Entre las obras más importantes de este prototipo se encuentran las dos torres de los Lake Shore Drive Apartaments (Chicago, ll1inois, 1948-51) y el Seagram Building (Nueva York, 1954-58).

La total sobriedad de sus formas hace de Mies sinónimo de pureza estilística. Su concepción de la arquitectura era sinónimo de fusión armónica entre espacio, proporción y materiales. Con la ausencia de todo ornamento, la eliminación del muro como elemento sustentante que deja vía libre para la distribución interna de la planta, y la reducción de la fachada a membrana de aislamiento frente a las inclemencias del tiempo, la arquitectura de Mies van Der Rohe constituye el paradigma del Estilo internacional.