Expresionismo alemán
En Alemania el fenómeno expresionista se manifestó con más fuerza. El movimiento se organiza en torno a dos grupos: Die Brücke (El Puente), formado en 1905 y disuelto en 1913 y con centro en Dresde y Berlín a partir de 1911; y Der Blaue Reiter (El Jinete Azul), formado en 1912 en Munich, alrededor de un almanaque, dirigido por Kandinsky y Marc.
Die Brücke (El Puente)
En el grupo fundador estaba Kirchner, y en 1906 se une Nolde. Su interés era destruir las viejas convenciones, al igual que se estaba haciendo en Francia. Según Kirchner, no podían ponerse reglas y la inspiración debía fluir libre y dar expresión inmediata a las presiones emocionales del artista. Se preocupaban menos de los aspectos formales, hecho que los separaba del fauvismo de Matisse. Para los alemanes, el contenido era más importante que la forma. La carga de crítica social que imprimieron a la obra les valió los ataques de la crítica conservadora que los tachó de ser un peligro para la juventud alemana.
Kirchner ha sido considerado el más genuino representante de El Puente. Fue un artista hipersensible que retrató las calles y la vida urbana de Berlín de forma novedosa y original. Sus formas secas y puntiagudas, con colores ácidos, son características.
Emil Nolde, aunque se saliera del grupo en 1911, también ha sido considerado como otro de los máximos representantes del grupo. Influido por el belga Ensor y por Van Gogh, se sintió fuertemente atraído por el primitivismo negro y por el mito del salvaje. Plasmó en su obra su sentimiento trágico de la naturaleza. Hacia 1909, y tras una grave enfermedad, empezó a pintar cuadros de tema religioso, en los que expresó su inspiración mística.
En 1913, se produce la disolución del grupo, consecuencia de las diferencias de sus componentes.
Der Blaue Reiter (El Jinete Azul)
Publicaron libros y organizaron exposiciones. Desarrollan un arte espiritual, reduciendo el naturalismo hasta llegar a la abstracción. Compartían ciertas actitudes con los expresionistas de El Puente pero tendían más a una purificación de los instintos y lo que querían era captar la esencia espiritual de la realidad; en este sentido sus actitudes eran más refinadas y especulativas. Sus máximos representantes fueron Kandinsky y Marc, sus fundadores; el resto del grupo lo componen Macke, Javlensky y Klee.
Kandinsky llegó a Munich en 1896 procedente de Moscú. En 1909 fue nombrado presidente de la Nueva Asociación de artistas de Munich, donde organizó sendas exposiciones, en los años 1909 y 1910, para presentar el trabajo de los fauvistas y los primeros cubistas. En el catálogo elaborado para la segunda exposición empieza a plantear su teoría del arte que culminará, dos años más tarde, con la publicación de su libro De lo espiritual en el Arte.
En 1912, cuando dimitió de su cargo en la Asociación, fundó junto con Marc El Jinete Azul. El grupo acabará dispersándose con la guerra, en la que murieron Macke y Marc.
En 1913 fueron invitados a participar en una muestra internacional en Berlín llamada El Salón de Otoño Berlinés. Su poética se definió como un expresionismo lírico, en el que la evasión no se encaminaba hacia el mundo salvaje sino hacia lo espiritual de la naturaleza y al mundo interior. Para Kandinsky, el camino de la pintura debía ser desde la pesada realidad material hasta la abstracción de la visión pura, con el color como medio, por ello desarrolló toda una compleja teoría del color. En La Pintura como arte puro, libro de 1913, sostiene que la pintura es ya un ente separado, un mundo en sí mismo, una nueva forma del ser, que actúa sobre el espectador a través de la vista y que provoca en él profundas experiencias espirituales. Años antes, en 1910, Kandinsky había realizado las primeras acuarelas abstractas.
Para Klee, el artista debía integrarse en las fuerzas de la naturaleza y actuar como medium, de manera que sus creaciones llegasen a ser aceptadas del mismo modo que se aceptan los fenómenos de la naturaleza. A diferencia de Kandinsky, Klee estaba convencido de que el arte puede captar el sentido creativo de la naturaleza y, por tanto, rechazaba la abstracción absoluta. Formalmente, Klee se dejó influir al principio, al igual que Macke, por el orfismo de Delaunay , al mismo tiempo que fue el primer artista que se adentró en los dominios del inconsciente que Freud y Jung estaban comenzando a estudiar.
Tras la disolución del grupo, en 1919, Walter Gropius funda la Bauhaus en Weimar, escuela de diseño y arquitectura, en ella impartieron clases hombres como Klee o Kandinsky.
Finalizada la primera guerra mundial en Alemania, se desarrolla el Realismo Expresionista, movimiento en el que los artistas se separan de la abstración, reflexionando sobre el arte figurativo y rechazando toda actividad que no atienda a los problemas de la acuciante realidad de la posguerra. Encarnan este grupo Otto Dix, Grosz, Beckmann y el escultor Barlach.
En Alemania el fenómeno expresionista se manifestó con más fuerza. El movimiento se organiza en torno a dos grupos: Die Brücke (El Puente), formado en 1905 y disuelto en 1913 y con centro en Dresde y Berlín a partir de 1911; y Der Blaue Reiter (El Jinete Azul), formado en 1912 en Munich, alrededor de un almanaque, dirigido por Kandinsky y Marc.
Die Brücke (El Puente)
En el grupo fundador estaba Kirchner, y en 1906 se une Nolde. Su interés era destruir las viejas convenciones, al igual que se estaba haciendo en Francia. Según Kirchner, no podían ponerse reglas y la inspiración debía fluir libre y dar expresión inmediata a las presiones emocionales del artista. Se preocupaban menos de los aspectos formales, hecho que los separaba del fauvismo de Matisse. Para los alemanes, el contenido era más importante que la forma. La carga de crítica social que imprimieron a la obra les valió los ataques de la crítica conservadora que los tachó de ser un peligro para la juventud alemana.
Kirchner ha sido considerado el más genuino representante de El Puente. Fue un artista hipersensible que retrató las calles y la vida urbana de Berlín de forma novedosa y original. Sus formas secas y puntiagudas, con colores ácidos, son características.
Emil Nolde, aunque se saliera del grupo en 1911, también ha sido considerado como otro de los máximos representantes del grupo. Influido por el belga Ensor y por Van Gogh, se sintió fuertemente atraído por el primitivismo negro y por el mito del salvaje. Plasmó en su obra su sentimiento trágico de la naturaleza. Hacia 1909, y tras una grave enfermedad, empezó a pintar cuadros de tema religioso, en los que expresó su inspiración mística.
En 1913, se produce la disolución del grupo, consecuencia de las diferencias de sus componentes.
Der Blaue Reiter (El Jinete Azul)
Publicaron libros y organizaron exposiciones. Desarrollan un arte espiritual, reduciendo el naturalismo hasta llegar a la abstracción. Compartían ciertas actitudes con los expresionistas de El Puente pero tendían más a una purificación de los instintos y lo que querían era captar la esencia espiritual de la realidad; en este sentido sus actitudes eran más refinadas y especulativas. Sus máximos representantes fueron Kandinsky y Marc, sus fundadores; el resto del grupo lo componen Macke, Javlensky y Klee.
Kandinsky llegó a Munich en 1896 procedente de Moscú. En 1909 fue nombrado presidente de la Nueva Asociación de artistas de Munich, donde organizó sendas exposiciones, en los años 1909 y 1910, para presentar el trabajo de los fauvistas y los primeros cubistas. En el catálogo elaborado para la segunda exposición empieza a plantear su teoría del arte que culminará, dos años más tarde, con la publicación de su libro De lo espiritual en el Arte.
En 1912, cuando dimitió de su cargo en la Asociación, fundó junto con Marc El Jinete Azul. El grupo acabará dispersándose con la guerra, en la que murieron Macke y Marc.
En 1913 fueron invitados a participar en una muestra internacional en Berlín llamada El Salón de Otoño Berlinés. Su poética se definió como un expresionismo lírico, en el que la evasión no se encaminaba hacia el mundo salvaje sino hacia lo espiritual de la naturaleza y al mundo interior. Para Kandinsky, el camino de la pintura debía ser desde la pesada realidad material hasta la abstracción de la visión pura, con el color como medio, por ello desarrolló toda una compleja teoría del color. En La Pintura como arte puro, libro de 1913, sostiene que la pintura es ya un ente separado, un mundo en sí mismo, una nueva forma del ser, que actúa sobre el espectador a través de la vista y que provoca en él profundas experiencias espirituales. Años antes, en 1910, Kandinsky había realizado las primeras acuarelas abstractas.
Para Klee, el artista debía integrarse en las fuerzas de la naturaleza y actuar como medium, de manera que sus creaciones llegasen a ser aceptadas del mismo modo que se aceptan los fenómenos de la naturaleza. A diferencia de Kandinsky, Klee estaba convencido de que el arte puede captar el sentido creativo de la naturaleza y, por tanto, rechazaba la abstracción absoluta. Formalmente, Klee se dejó influir al principio, al igual que Macke, por el orfismo de Delaunay , al mismo tiempo que fue el primer artista que se adentró en los dominios del inconsciente que Freud y Jung estaban comenzando a estudiar.
Tras la disolución del grupo, en 1919, Walter Gropius funda la Bauhaus en Weimar, escuela de diseño y arquitectura, en ella impartieron clases hombres como Klee o Kandinsky.
Finalizada la primera guerra mundial en Alemania, se desarrolla el Realismo Expresionista, movimiento en el que los artistas se separan de la abstración, reflexionando sobre el arte figurativo y rechazando toda actividad que no atienda a los problemas de la acuciante realidad de la posguerra. Encarnan este grupo Otto Dix, Grosz, Beckmann y el escultor Barlach.