Henry Moore (Irlanda 1898 - 1986)
Su obra está basada en la figura humana, más o menos sintetizada, con un desarrollo de líneas curvas muy libres y un juego con el vacío. Él afirma "La figura humana es la que me interesa de una manera más especial, pero encontrando los principios de la forma y el ritmo en el estudio de los objetos de la Naturaleza, como piedras, huesos, árboles y plantas".
Frecuentemente reclinada, la figura combina el carácter de reposo con elementos de energía y vitalidad. El juego de volúmenes juega con el desarrollo de perfiles curvos y ondulados. Para visualizar la figura se precisa girar en círculos envolventes. Las formas del cuerpo se diluyen, se funden en un aspecto continuo, que da un carácter cerrado a la figura, alrededor del hueco, o los huecos, que son el verdadero objeto de la composición.
Henry Moore trabaja el vacío, el hueco. Según sus propias palabras, "la escultura aérea es posible: la piedra o madera se limita a rodear el hueco, que es la forma principal de la figura". La figura adquiere características arquitectónicas con un espacio interno modulado y casi “habitable”.Excava espacio y revela formas internas, la masa y el vacío generan una tensión y un diálogo que se manifiesta de forma sutilmente diferenciada.
Moore se inspira, además de en las formas naturales, en el arte primitivo (egipcio, maya y africano). Le atrae este arte porque no diferencia entre las formas humanas y las fuerzas naturales o cósmicas.
En los años 20 viaja a París e Italia, y se interesa por Rodin, Miguel Ángel y Picasso. Su obra se concentra en unos pocos temas repetidos: grupos familiares, maternidades, personas en posición yacente… La figura femenina fue recurrente, en particular las reclinadas. Un tema que inicia en 1929, inspirado en la estatua maya de Chac-Mool (El dios de la lluvia), que en la obra de Moore se convierte en imagen arquetípica de la madre, una imagen en la cual se personifica a la vez la tierra fecunda y la mujer como fuente de vida.