lunes, 27 de abril de 2009

CONSTANTIN BRANCUSI








Constantin Brancusi (1867-1957) pionero de la abstracción.-




Entre 1919 y 1940 realizó 27 esculturas acerca de pájaros durante el vuelo. El escultor no se concentró en las características físicas del ave, sino en su movimiento en el espacio. Su intención era romper con la realidad objetiva de un pájaro en vuelo para plasmar la impresión visual y emocional que le produce el movimiento de las aves en el espacio.

"La simplicidad no es un fin en el arte, pero generalmente alcanzamos la simplicidad cuando nos acercamos al verdadero sentido de las cosas." Su búsqueda era artística y filosófica.

Busca que el espectador goce, se relaje y tranquilice, a la vez que se sienta atraído por el misterio y lo sagrado. Quiso que sus formas escultóricas tocaran el espíritu de quienes las veían. Aconsejaba: "Miren las esculturas hasta que las vean. Aquellos más cercanos a Dios las han visto".

Los materiales de los que están hechas las esculturas son muy importantes para Brancusi y está siempre atento a enfatizar la naturaleza, las cualidades y las posibilidades de los materiales. Pulió el mármol y el bronce que usó en sus obras hasta la perfección y luego las colocó sobre pedestales burdos, en piedra, madera o mármol. Con ello produjo simultáneamente sensaciones y percepciones contrastantes, suavidad y rugosidad, superficies etéreas luminosas y masas terrenales y sólidas. En las obras de Brancusi el bronce pulido se convierte en un espejo que refleja el espacio que lo rodea, con lo cual se logra una interacción entre la obra y su espacio.

A lo largo de su vida trabajó pocos temas (animales, cabezas, figura humana) y nunca abandonó la conexión con la realidad porque su búsqueda se centró en encontrar la esencia de la forma. No perteneció a ningún movimiento artístico organizado, aunque fue muy admirado por los dadaístas (entre ellos Tristan Tzara y Francis Picabia) e influenció a muchas generaciones de escultores posteriores.

En 1928 Brancusi viajó a Estados Unidos con una de sus esculturas de ave en el espacio para exponerla y los agentes de aduanas querían cobrarle impuestos de ingreso porque no consideraban su obra como "arte" (que se consideraba libre de impuestos). El "escándalo Brancusi" llegó a la corte de justicia, donde finalmente se declaró oficialmente que su Ave en el espacio era una obra de arte. Gracias a ello el escultor se libró de pagar impuestos; pero, más importante, abrió el espacio de aceptación del arte abstracto.