jueves, 11 de septiembre de 2008

PINTURA NEOCLÁSICA.-Ejercicio

PINTURA NEOCLASICA

Jacques-Louis DAVID. Juramento de los Horacios. 1784. Óleo. 330 x 425 cm Museo del Louvre.



El Juramento de los Horacios fue un encargo de la monarquía francesa con fines propagandísticos, tratando de representar héroes clásicos que aludían al rey como modelo ejemplar. Tito Livio cuenta en su Historia de Roma que cuando los ejércitos de Roma y de Alba se disponían a entablar batalla, Alba propuso que el enfrentamiento se resolviese con el combate entre la familia de los Horacios, romanos, y la de los Curiáceos, albanos.Pero se daba la circunstancia de que ambas familias estaban emparentadas por lazos matrimoniales. Así pues, el padre de los Horacios (imagen del rey francés) antepone los valores públicos, la defensa de la patria romana a los intereses privados de su familia, al drama personal.Hay aquí una metáfora muy querida para los monarcas ilustrados, el rey era como un gran padre para su pueblo, sus gobernados.Sin embargo, cuando esta pintura se expuso en el Salón de 1791 fue saludada como expresión de los nuevos principios revolucionarios, convirtiéndose en un símbolo de la Revolución Francesa


UNA LECTURA REVOLUCIONARIA.-El marco arquitectónico es romano, arcadas sobre austeras columnas toscanas que evocan valores militares, varoniles. Las cabezas de los tres Horacios se disponen a la manera de un bajorrelieve romano antiguo. Las líneas del dibujo muy marcadas perfilan nítidamente los personajes y objetos. Los colores muy precisos. La indumentaria y las armas se reproducen arqueológicamente de originales. La actitud y la pose decidida de los tres guerreros unidos que, con firmeza y determinación, juran cumplir con su deber. Mensaje político y moral: el deber y la disciplina son virtudes supremas y, si es preciso, se muere por ellas. El padre, elevando los brazos con las espadas y la mirada hacia arriba, implora a los dioses y se entrega también al sacrificio.La contraposición entre los varones y las mujeres y niños, a la derecha, es evidente en actitudes, gestos, emociones, expresiones,... La mujer de blanco, la primera por la derecha, es Sabina, hermana de los Curiáceos y esposa de un Horacio, que se reclina sobre su cuñada Camila, que, a su vez, está prometida a uno de los Curiáceos (el destino de Camila será morir a manos de su propio hermano por lamentar la muerte de su enamorado). Las dos mujeres personifican el dolor y la tragedia.En el ángulo más oscuro de la habitación está la madre de los Horacios que parece proteger y consolar a dos niños, sus nietos. Es sobre este grupo sobre el que caen las sombras proyectadas por los cuerpos de los varones. Las sombras, la oscuridad, el drama de la muerte también acecha a los niños.El Estado demanda lealtad, sacrificio a todos. Es necesario estar a la altura de las circunstancias y ofrecer si es preciso la vida en el altar de la patria, patria que está por encima de los sentimientos y de la familia. El propio David, en la Convención Revolucionaria (1793) dirá: “Esas muestras de heroísmo y virtud cívica, conocidas por las gentes, sacudirán los espíritus y sembrarán las semillas de la gloria y la lealtad a la patria".El rojo dominante de la capa del padre, en el centro del cuadro, no sólo es un impacto cromático, un centro atractor de la mirada, también actúa simbólicamente, la pasión política, color tradicional de la Revolución.

CUESTIONES. -
1º.-Describe la escena representada.
2°.-¿Qué narra?¿A qué hechos se refiere?
3°.-Analiza la composición
4º.-Examina el color y el papel que juega la línea-contorno (dibujo)
5º.-Considerando lo que David pretendió representar originalmente cuando comienza a pintar el cuadro y lo que luego llegó a significar ¿qué reflexiones se te ocurren al respecto?